sábado, 1 de agosto de 2009


Sumi-E es un término que significa pintura a tinta. Se hizo conocida en Japón alrededor del siglo VII aC por académicos que regresaban desde China. Ellos trajeron consigo muchas ideas culturales como la caligrafía (escritura hermosa) y un estilo de pintura influenciada por ésta. Los japoneses adoptaron este estilo de pintura y le agregaron el don cultural japonés y lo nombraron Sumi-E.
Sumi-E consiste en cuatro trazos de pinturas usualmente referidas como los cuatro “amigos”: Bambú, Brotes de Ciruelo, Orquídea Silvestre y Crisantemo.
Se considera que el Bambú, el primer amigo, contiene las características de un caballero. Los chinos lo consideran como virtuoso y humilde y también consistente ya que retiene su follaje todo el año.
El segundo amigo, Brotes de Ciruelo, cuyos brotes son usados por los trazos de esta pintura son de hecho los brotes que crecen en el árbol del Damasco Japonés. Este árbol es el símbolo del invierno con el renacer de la vida no lejos de la llegada de la primavera.
El tercer amigo es la Orquídea Silvestre. Este amigo es considerado como femenino, simboliza la serenidad de la oscuridad. Emite un perfume bello especialmente a medida que crece en los bosques profundos.
El cuarto de los amigos es el Crisantemo, altamente valorado en China debido a su longevidad. Desafía el hielo del invierno al brotar en otoño.
Los cuatro amigos representan todas las formas del universo. Una creencia común era que ellos eran llamados los cuatro amigos porque sólo los ricos tenían el lujo de darse el gusto con ello y disfrutar la caligrafía y el arte de la pintura oriental. En esa época también había famosas mujeres y niños pintores. Estos hechos están registrados en los anales de la historia del arte.
Cuando Sumi-E fue introducido en Japón los monjes Budistas Zen lo usaron como un ejercicio Zen. Ellos valoraron la libertad del uso del color al usar sólo las sombras derivadas de la tinta, la totalidad del espectro, desde el negro lleno hasta el blanco. Esto enfatizaba líneas, sombras y sentimientos emocionales y encontraron que requería más disciplina, lo que era bueno para su práctica espiritual.
Hay una historia popular acerca de “Sesshu”, un pintor japonés del siglo XIV, quien cuando niño disgustaba a su Abad al dibujar en vez de estudiar sus lecciones religiosas. Como castigo fue atado a un árbol para que meditara. Sin embargo, dibujó en la arena un ratón tan vívido con su dedo gordo del pié, que cobró vida, mordió la soga y lo liberó.
Hay muchas leyendas Sumi-E, tal como la del Emperador que puso a dos pintores Sumi-E a competir entre sí y les pidió que pintaran una hoja de arce flotando río abajo. Un artista pintó laboriosamente con detalles la hoja flotando. El segundo artista, quien no aprobaba las competencias, tomó a un gallo, sumergió sus patas en tinta mezclada con pintura roja y presionó sus patas sobre un gran papel de arroz lo que representaba la corriente de agua.
Muchos artistas occidentales han estudiado Sumi-E o han recibido su influencia. El trabajo de artistas tales como Toulouse Lautrec, Gaugin, Mary Cassett y Pierre Bonnard fueron influenciados por Sumi-E, sus trabajos expresan la vida interior de la materia del tema, la que está llena de individualidad y espíritu. Un trazo conduce sin esfuerzo al próximo, mostrando que el artista tiene total control de su mente y pincel.
Para mantener el espíritu de Sumi-E es importante no hacer esbozos, en cambio debe mantener la imagen en su mente, disfrutar su belleza y pintar la memoria de ella en el lenguaje Sumi-E, usando el espectro total desde el negro hasta el blanco. Eso es Sumi-E en su forma más elevada, por ejemplo recordar cómo se ve una abeja cuando se mueve de una flor a otra o un pájaro aleteando al capturar un insecto.
Para los antiguos chinos Sumi-E refleja el Dao, el permanente principio del universo; la vía de la vida. El mismo espíritu siempre ha morado en las mentes de los pintores Sumi-E. Están conscientes que Hokusai, Sesshu, Bunuho y otros están a su lado ayudándolos a hacer las cosas que aman hacer.
La historia japonesa fue registrada en rollos de papel con caligrafía y pinturas Sumi-E, lo que ayuda a los historiadores a ver la vida como era en el pasado. Los mapas marítimos también fueron hechos en Sumi-E. Se dice que son superiores a los mapas de hoy, según experimentado marinos. Sumi-E fue también usado para hacer las primeras películas con movimiento. La historia fue pintada e ilustrada en Sumi-E y un rollo que se habría horizontalmente era visto a través de una caja que ofrecía entretenimiento a los niños y a los pueblos de la periferia. Todo esto demuestra con seguridad que Sumi-E es en realidad el lenguaje del pueblo.

jueves, 2 de julio de 2009

PAUL GAUGUIN



PAUL GAUGUIN
(París, 1848 - Atuona, Polinesia francesa, 1903) Pintor y escultor francés. Hijo de un periodista y con sangre peruana por parte de madre, tras el golpe de Estado de Napoleón III (1851), huyó con sus padres a Lima. Cuando no era todavía más que un adolescente, Paul Gauguin se hizo a la mar; en 1871 regresó a París y entró a trabajar en una empresa financiera de la capital.
En 1883, su creciente interés por la pintura se unió al desplome de la Bolsa parisina para conducirle a tomar la decisión de dedicarse íntegramente a la actividad artística. Al año siguiente se trasladó a Copenhague, residencia familiar del padre de su esposa, en busca de apoyo económico, pero su empeño fracasó rotundamente y poco después abandonaría a esposa e hijos.
A partir de ese momento Gauguin vivió en la penuria, rechazado por una sociedad que con anterioridad le había abierto los brazos y que en breve iba a aborrecer. Entre 1886 y 1888 su obra experimentó un giro radical, cuyo origen cabe buscar en dos experiencias vitales de gran importancia: su encuentro con Van Gogh y su primer viaje a la Martinica.
Excepto un interludio en Francia de 1893 a principios de 1895, Gauguin pasó el resto de su vida en Tahití y en las islas Marquesas, donde moriría en 1903. Su empeño por encontrar equivalentes plásticos a los misterios de las islas se tradujo en complicadas composiciones en las que cada detalle tiene un significado preciso. Este es el caso de Manao Tupapaú (El espíritu de la muerte vigila, 1892), una de sus obras más importantes.
Basándose en elementos del folclore de la isla, obsesionado por las cosas que observaba pero intentando ir más allá de ellas, Gauguin crea un vocabulario personal de colores y líneas, un estilo complejo que compone un simbolismo pictórico de nuevo cuño.
Cuando Gauguin murió en las lejanas islas Marquesas, pocos se dieron cuenta del alcance de su obra. Entre ellos se encontraba el poeta simbolista Charles Morice, que había colaborado en la publicación del primer manuscrito de Noa-Noa -uno de los libros de Gauguin sobre Tahití-. Sus artículos movieron a los patrocinadores del recién fundado "Salón d'Automne" a organizar en 1906 una retrospectiva del pintor. La coincidencia de dicha muestra con la primera exposición de los fauves dio pie a la
influencia de Gauguin sobre toda una nueva generación de artistas. Desde los lejanos Mares del Sur, Gauguin había sentado las bases de un estilo nuevo, vigoroso y original que traspasaría su época.

Textos extraídos de Internet por:
Ramón Mercé “Mondey”

lunes, 1 de junio de 2009


RAMON CASAS

Pintor y dibujante español nacido en Barcelona.

Comienza a estudiar con Joan Vicens en la Lonja de las Artes y más tarde, en 1881, se convierte en el dibujante e ilustrador de la revista L´Avenç donde trabaja como corresponsal en París, mientras estudia en la Academia de Durand junto a Eugène Carriére y Pierre Puvis de Chavannes. Allí participa en el Salón des Champs Elysées (1883) para trasladarse después a Barcelona.

Como contertulio del café Els Quatre Gats tuvo la oportunidad de trabar amistad con el millonario americano William Deering, quien se convirtió en su mecenas y le encargó obras de arte.

Impermeable a las vanguardias, su estilo se consolida en el postimpresionismo. Excelente retratista, define diferentes tipos de mujeres, como la gitana, la manola, entre otras, así como una serie de retratos al carbón de importantes intelectuales de la época, músicos como Albéniz o Granados, escritores como Unamuno o Azorín, pintores como Zuloaga o Sorolla. También expresa con sus pinceles el anonimato de interiores de cafés o de la vida en la calle, con toda la espontaneidad que emanan tanto el entorno como sus personajes.

Su estilo acusa la influencia de Manet, Whistler o Degas por los colores suaves y los contornos difuminados que le harán evolucionar hasta un tipo de pintura más colorista y de marcado carácter realista donde Casas representa tipos como Cabeza de un bandolero u obras de comprometido contenido social como La carga (1902, número comarcal de la Garrotxa, Olot, España).

Casas es asimismo uno de los máximos representantes del modernismo catalán que refleja en los carteles publicitarios (Codorniu, Anís del mono, entre otros) que realiza para prestigiosas firmas comerciales, llenos de sensibilidad artística.

Textos extraidos de Internet.

Ramón Mercé "Mondey"

viernes, 1 de mayo de 2009


ARTE CUBANO

La mayor muestra de arte cubano presentada hasta ahora fuera de la Isla



En la primavera de 1944, el Museo de Arte Moderno de Nueva York presentó la muestra Pintores cubanos modernos, la cual fue organizada por Alfred H. Barr Jr., con la asesoría del crítico José Gómez Sicre. Aunque la exposición sólo contenía la obra de 13 pintores y faltaban Eduardo Abela, Antonio Gattorno y Wifredo Lam, esta fue la muestra que llevó el arte moderno de la Isla al escenario mundial. Desde entonces ha habido más de una docena de exposiciones de arte cubano realizadas fuera del país.
Durante los años noventa, un par de muestras fueron montadas en España. Ahora le ha tocado al Museo de Bellas Artes de Montreal la hazaña de realizar la exposición Cuba: Arte e historia desde 1868 hasta nuestros días, sin duda la más grande que se ha presentado hasta ahora fuera de Cuba, y organizada junto con al Museo de Bellas Artes de La Habana. El Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo de San Francisco y varios coleccionistas privados han prestado una serie de obras claves. La exhibición contiene más de trescientas obras —pintura, escultura, gráfica, fotografía y vídeo— y, con honestidad, es visualmente avasallante. Estará abierta al público hasta el próximo 8 de junio y vale la pena un viaje a Canadá para visitarla.
El punto de partida histórico para la muestra es el año 1868, que marca el comienzo de la Guerra de los Diez Años, y concluye en el presente, con "el exitoso" arte posmodernista de la Isla, tan popular en el mercado mundial. Recuerdo una frase de Cundo Bermúdez: "en el exilio los pintores nos comemos un cable, y mira lo bien que venden estos muchachos de la Isla".
La exposición está dividida en cinco secciones: "Representando a Cuba: Buscando Formas de Expresar una Nación (1868-1927)", "Arte Nuevo: La Vanguardia y la Re-creación de Identidad (1927-38)", "Cubanidad: Afirmando un Estilo Cubano (1938-59)", "Con la Revolución, Todo, Contra la Revolución, Nada (1959-79)" y "La Revolución y yo: El Individuo Dentro de la Historia (1980-2007)".
La narrativa de la historia (en ocasiones fatalmente oficial) que provee el contexto para las obras de arte, es presentada por fotos acompañadas por paneles de texto. No cabe duda que la labor curatorial de Natalie Bondil, Moraima Clavijo y Lourdes Socarrás ha sido extraordinaria: el balance entre cantidad y calidad es de primera. Estoy seguro que nunca antes se habían reunido tantas obras importantes y estéticamente bellas en una exposición de arte cubano. El diseño y montaje, a cargo de Daniel Castonguay, es elegante, dinámico, y presenta una cantidad abrumadora de obras con claridad visual.
La exposición confirma cosas que había intuido por mucho tiempo: la calidad formal y complejidad de contenido en la pintura cubana del siglo XIX. Nuestros primeros críticos de arte modernistas (Pérez Cisneros, Gómez Sicre) ignoraron o despreciaron esta pintura. La muestra prueba la importancia de las escenas costumbristas de Landaluce, pero es Armando García Menocal (en el siglo XIX y principios del XX), representado por dos lienzos, quien sobresale de sus contemporáneos.
Menocal fue "un pintor de cuerpo completo", lo que demuestran sus dos paisajes, Carga al machete y Nocturno de la bahía. Lástima que sus magistrales Muerte de Maceo y Retrato de Lily Hidalgo no estén en la exhibición. La niña de las cañas, de Romañach, es un retrato directo y fresco, pero es su marina de Caibarién un paisaje de gran audacia. Faltan en la muestra tres figuras importantes del siglo XIX: el paisajista Esteban Chartrand y los malogrados Guillermo Collazo y Juana Borrero. Las litografías Los ingenios, de Laplante, son un magnífico ejemplo de la visión positivista y tecnológica de la época.
Los ausentes
No cabe duda que las dos secciones más fuertes de la exposición son las que abarcan los periodos 1927-1938 y 1938-1959. Aquí encontramos a los "clásicos" de la plástica cubana. Lo interesante es que muchos artistas y sus obras no han sobrevivido bien al paso del tiempo: Víctor Manuel es mediocre y Abela es desigual (aunque extraordinario en su tela El triunfo de la rumba). Lo inexplicable es la presencia de Marcelo Pogolotti con un total de 8 lienzos y 11 dibujos. Pogolotti fue y siempre será un pintor de pésimo oficio y estilo derivativo, es decir, es un Léger de tercera categoría. Su trasnochado y dogmático marxismo-leninismo es repugnante.
Falta la presencia de un verdadero original como Arístides Fernández, y el hecho de que Fidelio Ponce —uno de los más auténticos expresionistas latinoamericanos— esté representado con sólo una maravillosa tela, es tan inexplicable como la sobre-representación de Pogolotti. Las telas de Jorge Arche son magníficas en su claridad neoclásica y colorido tropical. Pero son Amelia Peláez y Carlos Enríquez los que mejor que nadie —dentro de la primera vanguardia pictórica cubana— cristalizan la cubanidad en un vocabulario universal. Estos dos hijos de Las Villas son pintores de gran fuerza formal, con visiones originales del mundo, es decir, son universales desde la cubanía.
Peláez debió de ser representada por más de dos óleos y la ausencia de El rapto de las mulatas —una de las obras maestras de la plástica cubana—, de Enríquez, es brutalmente notable. Sin trabajo, un óleo sobre cartón de Alberto Peña, es a primera vista un cuadro modesto, mas en cuanto uno se detiene a ver detalladamente esta figura de una joven negra frente a un desolado paisaje urbano, la obra crece no sólo como un retrato profundo, sino como una visión social que va más allá de la propaganda.

Textos extraidos de Internet, la selección de pinturas y autores es mi modesta apotación a este blog que pretende dar a conocer obras quizás poco conocidas.

Ramón Mercé "Mondey"

miércoles, 1 de abril de 2009


JOAQUIN SOROLLA
Nace en Valencia en 1863.

En la Escuela de Bellas Artes (1878-1881) recibe una formación académica. Empieza a pintar al aire libre animado por uno de sus profesores, Gonzalo Salvá, y después por el pintor Ignacio Pinazo Camarlench. En 1884 obtiene una segunda medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes y obtiene una pensión en Italia de la Diputación Provincial de Valencia. En 1885 va a Roma y desde allí a París, donde entra en contacto con el naturalismo. De regreso a Roma, comienza a viajar por distintas ciudades italianas, tomando pequeñas notas de color. En 1887 se instala en Asís y allí empieza a hacer escenas de ambiente valenciano bajo la influencia de José Benlliure y Gil. Es el inicio de su costumbrismo, que repercutirá en gran medida en su futura obra.

En 1888 contrae matrimonio con Clotilde García del Castillo.

En 1889 vuelve a París para ver la Exposición Universal: allí descubre a los pintores nórdicos y su peculiar tratamiento de la luz, en el que él basará su propia versión del luminismo: se abre su etapa de consolidación. Su paleta va cobrando nuevos matices en su esfuerzo por plasmar la luz. Surgen nuevas temáticas, como el costumbrismo marinero, el que trata de las gentes del mar, o el realismo social, demandado en los certámenes oficiales. Con el primero conseguirá su primer éxito internacional con La vuelta de la pesca en 1895, con el segundo varias medallas en la Nacionales de 1892, 1895 y 1901, en esta última con una Medalla de Honor.

En 1890 nace su primera hija, María Clotilde; en 1892, su único hijo varón, Joaquín; y en 1895, Elena, su tercera hija.

En 1900 obtiene el Grand Prix de los pabellones español y lusitano en la Exposición Universal de París. Se inicia su etapa de culminación, la del Sorolla más brillante, cuyas grandes dotes perceptivas y veloz ejecución producen sus mejores obras, donde la luz es el interés dominante. Sus constantes desplazamientos a París le hacen conocer las distintas vanguardias, que experimenta en sus obras. Surgen los "ismos" en su pintura, siempre a modo de experimentación en su búsqueda por captar la luz. Hace retratos que le producen grandes ingresos, y se interesa por el paisaje, viajando por distintas regiones españolas para recoger sus distintas matizaciones. Sigue cultivando su costumbrismo marinero, del que derivan desde 1904 sus temas de playa, lo más reconocido de su producción, e inicia a partir de 1907 sus estudios de jardines, fundamentalmente en Andalucía.

En este periodo expone individualmente en varias ciudades de Europa y de Estados Unidos: en 1906 en París, al año siguiente en Berlín, Düsseldorf y Colonia; en 1908 en Londres y un año más tarde en Nueva York, Buffalo y Boston. Concluyen estas exposiciones en Chicago y Saint-Louis el año 1911, con un gran éxito en París y clamoroso en Nueva York.

En 1911 Sorolla firma un contrato con The Hispanic Society of America de Nueva York por el que se compromete a hacer una gran decoración sobre Las Provincias de España, más conocida últimamente como Su visión de España. El pintor se enfrenta a un proyecto mural de proporciones gigantescas. Son casi ocho años de viajar constantemente por todo el país, buscando lo más peculiar de su indumentaria y de sus costumbres. En los descansos que hace de esa decoración, Sorolla pinta de forma más sintética, eliminando lo accesorio para enfrentarse con lo fundamental, buscando nuevos caminos para interpretar la luz.

En 1920 sufre un ataque de hemiplejía que lo deja invalidado del lado izquierdo. Su familia intenta revivirlo pero el pintor va languideciendo hasta el 10 de agosto de 1923, fecha en que fallece en Cercedilla (Madrid).

aviones

aviones

tsuji kakö

tsuji kakö

aubergine

aubergine

cosmos

cosmos

fuji

fuji

gerbera

gerbera

lily

lily

iris

iris

Katie Melua

Katie Melua

INVERTIR EN TIEMPOS DE CRISIS

"Villa Eagle"

PUNTA CANA (República Dominicana)

Un lugar ideal para INVERTIR... VILLA EAGLE

OBTEN UNA ALTA RENTABILIDAD ....

INVIRTIENDO en la promoción de
villas dúplex de Alto Standing
de más calidad de
"COCOTAL GOLF&COUNTRY CLUB"
en los HOTELES MELIA CARIBE Y MELIA TROPICAL.
Ventas, Promoción y Comercialización:
HABISTANY S. L.
Promotora Inmobiliaria
Tel.630 213 647
Joan Colomer
Director de Ventas

VILLA EAGLE

VILLA EAGLE
Vista lateral